Oración del M.

ORACIÓN
DEL MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA COMUNIÓN
Señor Jesucristo,
La Iglesia no ha constituido servidores de la Comunidad
que compartimos la mesa fraternal de la Comunión
en la consolación de los enfermos, ancianos e impedidos
que se fortalecen con el Pan de la Vida.
Sabemos, Señor, que a través, de nosotros,
desde nuestras manos,
hacemos posible la común unión
de nuestros hermanos contigo
en el Sacramento de tu Cuerpo y de tu Sangre.
Por eso, Señor. Te consagramos
nuestros labios que Te anuncian,
nuestras manos que Te entregan;
Te consagramos nuestro ser,
nuestro cuerpo y nuestro corazón,
para hacer testigos fieles,
Te pedimos Tu ayuda
para que seamos nosotros creyentes de verdad,
discípulos ansiosos de Tu Palabra,
cristianos de oración y reflexión;
contemplativos en Tus misterios;
celebrantes felices de Tus Sacramentos,
servidores humildes de todos nuestros hermanos.
Que cuando digamos: "el cuerpo de Cristo"
nosotros desaparezcamos y
nuestros hermanos veían Tu rostro.
Amén.

Oración de los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión
Señor:
Te doy gracias
porque sin mérito mío
me has llamado
a Tu servicio.
Gracias,
porque confías en mí,
te pones en mis manos
para que pueda
llevarte a mis hermanos
para hacerles llegar
Tu amorosa Presencia Real,
Tu perdón, Tu Palabra,
Tu paz.
Señor, ser Ministro
Extraordinario
de la Sagrada Comunión
es una bendición
y un privilegio,
pero también
una gran responsabilidad.
Líbrame
de ser negligente
y de cometer sacrilegio.
Dame Tu gracia
para ejercer mi ministerio
con diligencia,
prudencia y caridad
y siempre y en todo lugar guardar
y hacer guardar
el máximo cuidado,
respeto y devoción,
a Tu Sacratísimo Cuerpo
y a Tu preciosísima
Sangre,
y que distribuir y recibir
la Santa Comunión
no sea para nadie
motivo de condenación. Amén